La artista cusqueña Abedail Aller Escalante está especializada en el arte de la imaginería, conservando el antiguo estilo colonial. Heredera de una tradición familiar, su producción incorpora piezas de temática religiosa y costumbrista, tales como vírgenes, arcángeles, niños y personajes de danzas representativas del Cusco.
Sus obras más reconocidas son los Niños tradicionales de Cusco, como son el Niño del Sueño, el Niño del Pesebre, el Niño de la Espina o el Niño de la Alegría, así como por sus representaciones de la Sagrada Familia para los nacimientos navideños. Su taller se encuentra en la Urbanización Rosaspata, a 15 minutos de distancia de la Plaza de Armas de Cusco.